Una delegación del FMI llegó a Buenos Aires para revisar el cumplimiento de metas
Redacción - 07 febrero, 2023
El cumplimiento de las metas del cuarto trimestre del 2022, el impacto de la sequía y la política económica son algunos de los temas que discutirán el staff del FMI con el equipo económico con el fin de habilitar el desembolso por US$5.400 millones pactado para marzo.
Una delegación del Fondo Monetario Internacional (FMI) llegó a Buenos Aires con el fin de avanzar en la revisión de las metas del cuarto trimestre de 2022 y acelerar la negociación por el próximo desembolso de US$5.400 millones previsto para marzo.
En los últimos días, el equipo económico mantuvo de forma virtual la primera instancia de revisión del acuerdo con el staff del Fondo Monetario. Con la llegada del grupo de funcionarios del organismo a Buenos Aires, la discusión continuará de forma presencial.
"Las discusiones técnicas sobre la cuarta revisión del programa han comenzado en un formato híbrido. Se espera que un pequeño equipo técnico del FMI visite Buenos Aires esta semana para continuar con estas discusiones, y que esto sea seguido por una visita de las autoridades a Washington, D.C. hacia fines de mes para finalizar el trabajo técnico", había indicado un portavoz del organismo.
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Uno de los principales puntos a analizar es el cumplimiento de las metas del cuarto trimestre del 2022 acordadas bajo el Acuerdo de Facilidades Extendidas. Desde el equipo económico aseguran que la meta fiscal fue sobrecumplida, ya que el déficit fiscal del 2022 fue del 2,4% del PBI, cuando el acuerdo toleraba un déficit del 2,5%.
Además, las discusiones entre el Palacio de Hacienda y el staff del FMI abordarán temas como el impacto de la sequía, la recompra de bonos de deuda y el debate que busca reflotar el ministro de Economía, Sergio Massa, sobre el costo de la guerra en Ucrania en las cuentas públicas.
La sequía aparece como un tema de preocupación central para el FMI por el impacto que podría tener en la acumulación de reservas: “La intensificación de la sequía en curso podría reducir las exportaciones agrícolas y las entradas de divisas, avivando la inflación y poniendo en peligro los objetivos del programa. Los riesgos de implementación del programa siguen siendo elevados dada la muy compleja situación económica, social y política interna”, mencionó en su último staff report.
Por su parte, el equipo del Palacio de Hacienda pondrá sobre la mesa el costo que tuvo para las cuentas públicas la guerra de Ucrania y la forma en la que impactó en el desarrollo del acuerdo con el Fondo y el cumplimiento de las metas. Para el equipo económico, a raíz de los mayores precios internacionales de la energía, la guerra impactó de manera negativa sobre la balanza comercial por unos US$4.940 millones, que no pudieron ser compensados por el aumento de los precios en alimentos que exporta el país.
“En el 2022, la guerra, esa por la que tanto se preocuparon el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo, impactó en este invierno europeo —que es verano nuestro, en los países en desarrollo— tuvo primero impacto en el hemisferio sur. Y ese impacto no lo discutió nadie (...) La verdad es que Argentina cumplió su programa, pero el Fondo no está cumpliendo con la Argentina el revisar cómo van a compensar a los países que pagaron el costo de la guerra con su economía, que es un problema a resolver”, dijo el ministro de Economía, Sergio Massa.
Tras su visita a Buenos Aires, la delegación del organismo elaborará un informe técnico que, de ser aprobado por el directorio del FMI, liberaría el desembolso previsto para mediados de marzo por US$5.400 millones.
El monto del préstamo que deberá devolverse al FMI a lo largo del año asciende al 45% de las reservas brutas del BCRA, valuadas actualmente en US$42.655 millones. También será equivalente al 3,3% del PBI y al 21% de las exportaciones de bienes y servicios. En 2024 la exigencia será menor, ya que los pagos a realizar serán equivalentes al 15% del valor actual de las reservas brutas, al 1,2% del PBI y al 7,5% de las ventas realizadas al exterior.
Para este año, a raíz de las metas pactadas con el Fondo Monetario el Gobierno deberá reducir el déficit fiscal primario desde 2,4% del PBI —valor con el que habría terminado el 2022— hasta el 1,9% del PBI. Por su parte, la emisión monetaria para asistir al Tesoro tiene un techo de 0,6% del PBI; para los primeros tres meses del año, el techo para la financiación del déficit es de $139.000 millones, la sexta parte del tope nominal de todo el año, que asciende a $883.000 millones. Además, deberá acumular reservas por US$550 millones.
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