El Gobierno analiza la creación de nuevos billetes
Redacción - 17 enero, 2023
Aunque no hay nada confirmado, desde el Gobierno admitieron “conversaciones” respecto a la posibilidad de emitir billetes de mayor denominación. La decisión se da luego de la salida de Rodolfo Gabrielli como presidente de la Casa de la Moneda.
El Gobierno confirmó que existe la posibilidad de que se lance un billete de mayor denominación, que podría ser de $2.000, $5.000 o hasta $10.000. Aunque aún está “en conversaciones”, la decisión se tomaría luego de la salida de Rodolfo Gabrielli como presidente del directorio de la Casa de la Moneda, entidad encargada de emitir los billetes argentinos, y su reemplazo por Ángel Mario Elettore.
La discusión sobre la necesidad de emitir billetes de mayor denominación que los actuales ya tiene larga data. El principal argumento a favor es que el aumento de la inflación y el costo de vida genera la necesidad de tener billetes con mayor poder de compra y evitar la alta circulación de billetes. Según el periodista Nicolás Galdano, durante el 2022 el Banco Central puso en circulación 1.419 millones de billetes de $1.000, los cuales representan el 75% de la circulación del total de billetes de todas las denominaciones.
El sector bancario participa del reclamo por una nueva emisión de billetes, ya que como reiteraron en los últimos meses, contar con billetes de tan baja denominación implica un elevado costo logístico relacionado con el traslado, carga de cajeros automáticos y custodia de los billetes, que se incrementa en proporción a la cantidad de unidades.
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Según fuentes del sector, el pedido de las entidades se enfoca en la necesidad de emitir billetes de $5.000 y $10.000, pero además, destacan la urgencia de sacar de circulación a los billetes de menor denominación. Esto se debe a que, explican, el problema logístico seguiría vigente aún con nuevos billetes si no se retiran los que ya tienen poco uso.
Aunque contar con nuevas denominaciones de billetes ayudaría a simplificar no sólo la labor de los bancos sino la vida cotidiana de las personas, lo cierto es que los billetes de baja denominación incentivan el uso de dinero electrónico, dada la molestia de cargar y usar muchos billetes para consumos cotidianos. La extensión de este hábito contribuye a “blanquear” y regularizar buena parte de la actividad económica que ahora queda registrada y antes se operaba de contado; de ahí la renuencia oficial a emitir nuevos billetes.
Desde el Gobierno admitieron que hay “conversaciones” respecto a la posibilidad de impulsar nuevos billetes y de su respectiva denominación, aunque no hay nada confirmado. La discusión se retomó luego de la salida de Rodolfo Gabrielli como presidente de la Casa de la Moneda. Según fuentes del Ministerio de Economía, no se encontraban conformes con su gestión. Entre los motivos se encuentra que la gestión administrativa dejó un “balance en rojo”.
Además, la Casa de la Moneda venía desarrollando líneas de negocios que no sólo se encontraban por fuera de su objeto central, sino que además nunca terminaron de desarrollarse. Asimismo, desde Economía reprocharon “la demora en la puesta en marcha de la producción de billetes”. A raíz de esto, como es público, gran parte de los billetes que el Banco Central puso en circulación este año fueron producidos en el exterior.
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